El deporte favorece el proceso de crecimiento, debido a la estimulación que se produce en el tejido óseo y muscular. Además ayuda en el desarrollo de capacidades como la percepción espacial, la coordinación, la agilidad y el equilibrio.

Ejercicio de saltos abriendo las piernas y subiendo los brazos hasta que las manos se toquen sobre la cabeza y saltar de nuevo uniendo los pies y colocando los brazos a los lados en paralelo al cuerpo. Ayuda a la motricidad de los pequeños mejorando su condición física.

Con este deporte desarrollan y fortalecen sus músculos, activan la coordinación motora y el sistema circulatorio y respiratorio. Además, también ayuda al niño a desarrollar su independencia y a cultivar su autoconfianza.